martes, 13 de diciembre de 2011

Ironman Hawaii, un sueño hecho realidad (I)

Esta es la crónica del IM de Hawaii. Se hizo para una publicación deportiva, pero no se si llegó a publicarse o no. Cosas que pasan.


Al comenzar la temporada, allá por el mes de abril todo pintaba bien, mi 14ª posición en Arenales 113 distancia ½ Ironman y la 7ª posición en el Ecotrimad, prueba puntuable para el Campeonato de España LD, auguraban lo mejor. Pero ya estuve preparado años anteriores y no había logrado alcanzar mi sueño.
No es fácil lograr un objetivo como este, no sólo por las horas de entrenamiento y, como consecuencia, los sacrificios que esto exige, sino porque, para los que no nos dedicamos profesionalmente al deporte, además se tienen que “alinear los astros”. Te juegas el objetivo de la temporada en una sola prueba y en un Ironman te puede pasar de todo. Durante los entrenamientos nunca llegas a reproducir las condiciones de carrera lo que implica el tener que prever todo lo que te puede ocurrir, como te puedes encontrar y,  en consecuencia, plantear soluciones que nunca has puesto en práctica. Todo un riesgo necesario.
Después de varios años persiguiendo un sueño, mis 9h32´ en el Ironman de Niza que me otorgaba la posición 26 de la general absoluta entre más de 2500 participantes, consiguiendo así la deseada plaza para el Campeonato del Mundo de Ironman en Kona, con el 6º mejor tiempo de mi grupo de edad.
La preparación física para Kona es dura y tediosa, pero al tiempo ilusionante. La temporada se prolonga y las largas sesiones de entrenamiento durante los meses más calurosos parece que nunca van a cesar, pero todo llega.
El viaje a Kona es muy largo, varias escalas y más de 20 horas de viaje. Además, la diferencia horaria con España es de 12 horas, condición que hace necesario viajar con varios días de antelación a la prueba para evitar las nefastas consecuencias del jet lag ya que puede dejarte KO varios días. Por suerte esto lo tuvimos en cuenta y volamos con una semana de antelación. Salimos el domingo a las 7am antes del IM y llegamos el mismo domingo a las 20pm hora local, y rápidamente a dormir.
El sol sale en Kona muy temprano y es fácil que a las 6am estés con los ojos como platos. En cuanto te asomas por la ventana pasa gente corriendo, en bicicleta, grupos de triatletas que ya vuelven de nadar, es triatlón en estado puro. Todo esto ya lo sabía, pero no pensaba que estuviera tan patente.
Estábamos alojados en unos apartamentos en Ali Drive, a 5´caminando del Pier, centro neurálgico del IM. Los días previos a la prueba, habilitan carpas guardarropa para dejar tus pertenencias y poder entrenar. Las boyas de referencia para el sector de natación ya están perfectamente colocadas, y los triatletas desde las 7 de la mañana no paran de entrar en el agua a realizar sus entrenamientos. Hasta al día antes de la prueba, una conocida marca de café local, ubica un velero desde el que ofrecen café y galletas a los nadadores, toda una excentricidad genial que no dudamos en disfrutar. Esto solo puede ocurrir aquí.
Avanzando por Ali Drive en sentido contrario te sitúas en la primera parte del recorrido de la maratón del IM. Algunos días trotamos por esa parte de Ali Drive. Cada 2 kms colocan carpas las propias marcas y dan, a todo el que pasa corriendo, bebidas frías, geles energéticos, barritas energéticas,…. Todo este esfuerzo se agradece, el calor es sofocante y la humedad altísima, se hace muy duro rodar más de 30min sin beber.
Como ya he comentado, las mejores marcas deportivas prendas deportivas invitan a los triatletas a testar sus trajes de natación, los famosos skinsuit. También las marcas de bicicletas, las de calzado deportivo, nutrición, todas presentan sus últimos modelos y novedades en Kona. Así lo hizo Specializad con su nueva Shiv y la presencia de “Macca” y Noya entre otros.
Los días previos al IM los tomo para realizar un descanso activo, realizando el tapering lo mejor que puedo o me deja la cabeza. Hay gente  todas horas entrenando cualquiera de las disciplinas, me da la impresión de que soy el que menos entrena del mundo y eso hace difícil contenerse de salir a entrenar y fundirse en el ambiente. Para no pensar en ello decidimos pasar la mayor parte de los días previos recorriendo Big Island. Vale la pena perderse por sus carreteras para poder ver los tesoros que se esconden en la isla. La isla tiene 2 enormes volcanes y diversos climas según la zona en la que te encuentres. En una zona puede estar lloviendo y a 20kms hacer un calor insoportable.
Dos días antes de la prueba se retiran dorsales y los nervios afloran, aunque aún los puedo controlar. Toca colocar dorsales en casco, bici, cinta de correr y ordenar todo lo que vas a llevar en la bici y en la carrera a pié en cuanto a nutrición, herramientas y amuletos (en mi caso la comida, solo geles y bebida, y mis pastillas de sales). Parece mentira, pero después de tanto tiempo metido en esto, ese día siempre surge algo nuevo que piensas debes cambiar. Como siempre lo básico estaba más que decidido, número de tiempo entre tomas de geles, bidones, bebida energética, de agua y pastillas de sales. No tenía decidido que zapas usar, tampoco si salir con tres bidones o dos, al final las zapas conservadoras y la estrategia de bidones arriesgada. Ambas salieron bien.
Lo de la alimentación parece una excentricidad, contando geles, tiempos entre tomas, anti-ácidos… pero es muy importante. Todo el que compite en media y larga distancia debería tener muy claro que debe tomar y cada cuanto según la prueba y sus peculiaridades en cuanto a desnivel, clima, duración y nivel de exigencia al que piense someterse. Creo que llega un momento en el  que, toda persona que compite en deportes de fondo y pretende superarse, debe pararse a analizar esto.
En esta ocasión no descansé ningún día, trataba de evitar la inercia de la gente, pero era inevitable, aunque fuera meterse en el agua a nadar 40´.  Me encontraba muy descansado, aunque las visitas a diferentes zonas de la isla parecías demasiado largas. Creo que antes de una competición siempre estamos más susceptibles a lo que nos dice el cuerpo, parece que se exagera cada sensación, estamos más pendientes, creo agudizamos los sentidos.
En cuanto a la dieta los días previos la de siempre que compito y que no compito, nada de cereales de cualquier tipo y nada de azúcares, exceptuando el centeno de las dos mini tostadas del desayuno y los azucares propios de las frutas. Desde hace más de un año sigo una paleodieta para deportistas, sin caer en radicalismos. Me va fenomenal y, si alguien, supongo que muchos, piensan que no se puede rendir con una dieta de ese tipo, se equivoca, a mis resultado me remito. Las dos primeras semanas son realmente duras, pero  pasado este período, no hay ningún problema. Tienes energía de sobra para cualquier entrenamiento por más largo o duro que este sea.
La noche antes del IM nos fuimos a dormir pronto después de cenar una ensalada verde y pollo a la plancha. Por los horarios de las tiendas y el resto de gente se hace normal terminar de cenar a las 8, de modo que a las 10 ya estaba en la cama. Creo que junto con el IM de Niza es el que mejor he dormido, cosa que me sorprendió. 



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